Felicidad.

Yo pensaba que la felicidad era todo eso que tenía.. las grandes cosas que en algún momento de mi vida soñaba tener. Y mientras tanto, la dejaba escapar.
Irónicamente parecía que jugabamos a las escondidas, sólo que creo que yo era la que me escondía para que ella no me encontrara..
Mucho tiempo después caí en la cuenta de que la felicidad me estaba guiñando el ojo, hacía señales de humo, me susurraba en el oido. Hacía de todo para que yo la viera!, y yo, como todo ser humano, miraba para otro lado..
Pero nunca fué ni será tarde para encontrarla.
Entendí que buscar la felicidad, es como buscar las ideas principales de un libro complicado, sólo hay que aprender a leer entre lineas.

El destino es quien camine

Así es; Esta rutina que limita mis impulsos de volar me agobia. Me aburre. Es algo de dos meses lo que me falta para volver a sentirme bien. Para volver a tener tiempo "libre" y derrochar a lo largo de mis piernas las ganas acumuladas de bailar con la diversión. De jugar con el éxtasis. Mientras tanto, sorteo las dificultades y decoro esta atmósfera de estudio con noches de cine , cafés antes de los libros y sonrisas refrescantes desde el otro lado de la mesa. El inconformismo planea cerca de mis actos: Necesidad de acelerar el reloj para que esta etapa pase pronto o congelar los minutos para aprovecharlos mejor. Debido a las altas temperaturas, es imposible dejar de pensar en la próxima estación. Planear y darle vueltas al calendario para cuadrar, a la perfección, la diversión en mi verano. Y todos estos pensamientos surgen porque tengo ganas, ilusión.
Es extraño, ni aún cuando lo intento te alejas de mí. Vives en cada uno de mis recovecos. Limitas mis acciones y das rienda suelta a mis sentimientos. Hay momentos en los que me gustaría perderte. Dejarte a un lado en algunas situaciones y ver así las cosas con más claridad. Con sencillez. [Pero querida, eso es misión-imposible]. Gracias a las numerosas personitas que tengo cerca, mi ilusión crece y se transforma cada minuto de mi vida. Hace que me sienta viva; Me ilusiona mirar al pasado, recordar. Ver en miles de imágenes de momentos hermoso. Rozar con mis dedos las marcas de los que ya se fueron. Aprender con los errores. Sonreir con los recuerdos.
Y a la par que mi pasado, me ilusiona mi futuro. Soñar despierta mientras decoro, con un furioso rojo, las uñas de mis pies. Unir hilos con sensaciones nuevas, ir completando cada teatro, con cada escena. Y por que no, imaginar(nos) dentro de unos años. Imaginarme a mí, tras un largo periodo... Y sí, aunque a ratos parezca impensable: Estoy ilusionada con mi presente. Con mis folios, mi carrera. Mis agobios, mis apuntes.
Porque el saber me hace reir. Porque al fallar, lo vuelvo a intentar. Porque no hay nada mas gratificante que escribir nosotros mismos las líneas de nuestro destino. Guiar nuestra vida por el camino que elejimos. Equivocarnos y volver a empezar.

Crecer.

Imposible atravesar la vida ..
Sin que un trabajo nos salga mal hecho, sin que una amistad nos cause decepción, sin tener que padecer algún quebranto de salud, sin que nadie de la familia fallezca, sin que un amor nos abandone, sin equivocarnos en el camino.
Creo que ese es el costo de vivir.
Sin embargo considero, que lo importante no es lo que suceda, sino realmente cómo le hacemos frente..
Si nos ponemos a coleccionar heridas eternamente sangrantes, viviremos incapaces de volar.. Crecemos cuando aceptamos nuestro destino, y tienemos la voluntad de trabajar para cambiarlo.
Crecemos asimilando y aprendiendo de lo que dejamos detrás...construyendo y proyectando lo que nos resta por delante.
Crecemos cuando nos superamos y nos valoramos, cuando abrimos camino dejando huellas y asimilamos experiencias.
Crecemos cuando nos imponemos metas, sin importarnos los comentarios negativos, ni prejuicios, cuando damos ejemplos, sin importar burlas, ni desdenes...
Crecemos cuando somos fuertes por carácter, y sensibles por temperamento...
Cuando nos enfrentamos al invierno aunque perdamos las hojas, cuando juntamos flores aunque tengan espinas, y cuando marcamos nuestro camino, aunque se levante el polvo. Crecemos ayudando al los demás, conociéndonos a nosotros mismos y dándole a la vida más de lo que recibimos.
Crecemos cuando tenemos, damos y recibimos amor. Crecemos cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fè.
Crecemos al aceptar la realidad y al tener el coraje de vivirla.