"Hay un momento en que todos los obstaculos se derrumban, todos los conflictos se apartan,y a uno se le ocurren
cosas que no habia soñado,y entonces no hay nada en la vida, nada mejor que escribir."

Gabriel García Márquez.

sábado, 30 de octubre de 2010

El universo es una perversa inmensidad hecha de ausencia. Uno no esta en casi ninguna parte. Sin embargo, en medio de las infinitas desolaciones hay una buena noticia: el amor. Los Hombres Sensibles de Flores tomaban ese rumbo cuando querían explicar el cosmos. Y hasta los Refutadores de Leyendas tuvieron que admitir casi sin reservas, que el amor existe. Eso si, nadie debe confundir el amor con la dicha. Al contrario: a veces se piensa que amor y pena son una misma cosa. Especialmente en el barrio del Ángel Gris, que es también el barrio del desencuentro. Las historias amorosas de los tiempos dorados son casi siempre tristes. Esto no basta para afirmar que todos los romances fueron desdichados: sucede -tal vez- que el arte necesita nostalgia. No se puede ser artista si no se ha perdido algo.
Los poemas de amor satisfecho aparecen como una compadrada de mercaderes afortunados. Por eso los poetas de Flores buscaban el desengaño, porque pensaban que cerca de el andaba el verso perfecto.
Casi todos quedaban en la mitad del camino. Manuel Mandeb veía las cosas de un modo mas complicado. Admitía que la pena de amor conducía al arte. Pero también sostenía que el propósito final del arte es el amor. La recompensa del artista es ser amado. Así parecía opinar Ives Castagnino, el músico de Palermo, quien componía valses melancólicos al solo efecto de seducir señoritas. Cuando no lo lograba, su tristeza le dictaba otras canciones que mas tarde le servían para deslumbrar señoritas nuevas y así recomenzaba el círculo. Algunos muchachos sin vocación artística trataban de merecer a las damas cultivando las ciencias, la bondad, el coraje, la riqueza o la extorsión. Los autores de aforismos extrajeron de estas realidades una conclusión modesta: si no fuera por el amor, nadie haría gran cosa. Las muchachas beligerantes podían objetar que estos pensamientos parecen reservados a la conducta masculina. Al respecto,
Mandeb creía que las mujeres hacían de ellas mismas un hecho artístico.

De cada mil personas que pasen por esa puerta -decía- acaso nos conmueva solamente una. Del mismo modo, quizás solo una entre las mil tenga a bien impresionarse con nosotros. La cuenta es sencilla: sin contar percepciones engañosas y desilusiones posteriores, la posibilidad de un amor correspondido es de una en un millón. No esta tan mal, después de todo..
"El verdadero milagro de la vida no es encontrarse con uno mismo, que después de todo no es más que una paradoja de quinta...
Lo importante es encontrarse con alguien.
Esos efímeros puentes que dentro de este mundo de islas algunos suelen tender; efímeros porque duran muy poco y hechos quizas de la misma materia de la que están hechos los sueños.
Por ahí, cada tanto, en esa horrenda soledad que es la vida, uno liga un puente.
Un puente que se puede tejer con un cariño o con un amor; quiere decir que en este mundo donde todas las citas son fallidas, o casi todas las citas son fallidas, en donde casi todo consiste en ir a esquinas donde nadie acude, en donde casi todos los encuentros fallan. Mi vida es ir a buscar y no encontrar, y es así...
Salvo alguna que otra vez, como flechas luminosas en la noche, en que uno va a una esquina y hay alguien, bueno... yo creo que eso merece festejarse y festejarlo con dignidad, y hacer digno ese pequeño puentecito que se ha tendido.
Solo una vez en la vida de un hombre pasa un centímetro cúbico de suerte y solo la pescará el que este todo el tiempo atento.
Nos toca solo un cachito de suerte en la vida y el peor de los pecados es dejarla pasar.
Hay que estar atento a las señales, atento a las citas, que se cumplen pero son muy pocas, atento a los sueños que se dan, pero son muy pocos...."

Alejandro Dolina.

viernes, 29 de octubre de 2010

(...) Como decían los chinos, en este mundo la certeza no es más que una ilusión. Nadie puede estar seguro de nada. Todo juicio puede ser falso, incluso éste. Y el ejercicio de la inteligencia no alcanza a aclarar las cosas.
Más bien puede decirse que las complica. Todo esto produce en los paisanos un cierto desasociego: uno recorre la vida buscando alguna verdad y apenas se encuentra señales confusas. De lo absoluto, ni la sombra.
Así, de tanto andar entre fantasmagorías, algunos pensadores llegaron a sopechar que el propósito final del universo es el engaño. Sin embargo, conviene imaginar lo espantosa que sería la vida sin la existencia de asuntos dudosos. Un mundo con respuestas para todo sería también un mundo sin preguntas. Y también sin esperanzas, ni sueños.
En otras palabras: es sólo en el terreno de la incertidumbre donde nos está permitido macanear libremente.

Alejandro Dolina - De Angeles y Fantasmas

domingo, 24 de octubre de 2010


Ella sa cansado de tirar la toalla
se va quitando poco a poco telarañas
no ha dormido esta noche pero no está cansada
no mira ningún espejo pero se siente guapa

Hoy ella se ha puesto color en las pestañas
hoy le gusta su sonrisa, no se siente una extraña
hoy sueña lo que quiere sin preocuparse por nada
hoy es una mujer que se da cuenta de su alma

Hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti
que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño
Hoy vas a comprender que el miedo se puede romper con un solo portazo.
Hoy vas a hacer reir porque tus ojos se han cansado de ser llanto, de ser llanto…
Hoy vas a conseguirreirte hasta de ti y ver que lo has logrado que…

Hoy vas a ser la mujer que te dé la gana de ser
Hoy te vas a querer como nadie ta ha sabido querer
Hoy vas a mirar para adelante, que para atrás ya viste bastante
una mujer valiente, una mujer sonriente, mira como pasa

Hoy nació la mujer perfecta que esperaban
ha roto sin pudor las reglas marcadas
Hoy ha calzado tacones para hacer sonar sus pasos
Hoy sabe que su vida nunca mas será un fracaso

Hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti
que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño
Hoy vas conquistar el cielo sin mirar lo alto que queda del suelo
Hoy vas a ser feliz aunque el invierno sea frio y sea largo, y sea largo…
Hoy vas a conseguir reir tanto de ti y ver que lo has logrado…

Hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño Hoy vas a comprender que el miedo se puede romper con un solo portazo. Hoy vas a hacer reir porque tus ojos se han cansado de ser llanto, de ser llanto…
Hoy vas a conseguir reirte hasta de ti
y ver que lo has logrado
.


"Ella" - Bebe

jueves, 21 de octubre de 2010

El espejismo

Soy un espejismo. No existo. ¡Un espejismo! Mi madre también lo era, ella era una nube y mi padre era escarcha. Soy un espejismo, pero ése no sería el problema, dado que hay muchos espejismos que viven normalmente, que van de paseo, que hacen compras. Pero no sienten porque son espejismos.
Yo sí siento. Soy un espejismo que siente. Yo, por ejemplo, cada mañana apenas me levanto me rasco la cabeza y siento ¿que siento? ¡que me rasco la cabeza! Eso siento. Entonces enseguida me visto, me pongo los pelucones, los zapatones, poca cosa, los tapados de piel de Marta y voy a la alascena y cuento cuantos quinotos me quedan, y siempre son trece, entonces salgo corriendo como una loca hasta la fábrica de sabayón que hay a seis cuadras, y cuando llego a la puerta aplaudo así: ¿ve?, y digo: ¿hay alguien? ¿permiso? ¿se puede? pero como nunca hay nadie entonces empiezo a caminar por ese salón enorme con todas esas máquinas enormes reveladoras de sambayón, y entonces ahí siempre encuentro a alguien y le digo: ¿cuántos quinotos tengo? y le muestro, y siempre me dicen: ¡trece! o sea que no tengo errores en matemáticas. Soy un espejismo que cuenta. ¿Se dá cuenta? ¡Cuento! ¡Qué barbaridad!... ¡Qué vergüenza!... Y otras veces me maquillo mucho y voy a los restaurantes franceses, y despues de comerme los huevos de codorniz voy al baño y me miro en el espejo, pero por lo general no me veo, porque soy un espejismo, pero algunas veces me aparezco de golpe en los espejos, justo cuando me estoy mirando.
Yo estoy convencida de que lo que me pasa es un pecado. ¡Tiene que ser un gran pecado ser un espejismo que siente!
Por ejemplo, los aromas: cuando hay lluvia me veo impelida, obligada, empujada a ponerme el traje violeta de fiesta, el de la pedrería, y me arreglo el pelo con guirnaldas de hiedras y cardos y nardos, y me paro en la mitad del patio y lloro.
Yo no sé que hacer realmente.
Y a veces he sentido un estrépito en mi corazón, y el temblor y el ardor cuando alguno de los amantes que tengo me seduce desde el balcón de enfrente, cuando yo estoy sola, desnuda, recostada abajo del limonero todo marchitado que tengo en una maceta en mi alcoba, y las cortinas se vuelan con la brisa marina y los cantos de las lavandreas portuguesas se oyen a la distancia.
¡¡¡Y ni hablar de cuando esucho el crepitar de las fogatas enormes que hacen los muchachones en los baldíos!!! ¡¡¡Oh!!!
Y cuando hace mucho calor pego alaridos. Así ¿Ve? Aahhhhhh así.
Grito porque siento, grito porque soy un espejismo que siente. Cuando camino hacen ruido mis pasos ¿Se da cuenta? soy una pecadora nata. ¡Tremendamente pecadora! Cuando me abanico me gusta el aire que me da en la cara ¡Y además escondo los almanaques en los roperos para no sentir el paso del tiempo! Soy pecadora porque laboteo las raíces de los juncos y me nutro de las flores, y como arroz con leche con pasas de uvas.
¿Y sabe lo que hago a la hora de la siesta? ¡fíjese! Cuando todos estan durmiendo me llevo la silla plegable y me siento en medio de la plaza al lado de la estatua de lirios gigantes, y me miro las manos, estas manos, iluminadas y blancas, y entonces siempre en ese momento empiezo a escuchar los roces de las telas de los trajes y de las capas de los señores que vienen de parajes recónditos y lejanos, y despúes hacen todos una cola de tres cuadras y entonces siempre uno por uno se van arrodillando adelante mío y me entregan cada uno un rubí rojo como el destello en el ojo de aquella comadreja que una vez vi.
Para mí es realmente vergonzoso pero no me queda otro remedio que decirles a cada uno: "Disculpe señor, pero soy un espejismo, no existo, so siento nada" Y se ponen de pie y huyen despavoridos. ¡Y si viera las caras de horror que ponen.
Y a veces siento tanto, pero tanto, tanto, tanto, tanto, pero tanto, que a veces salgo corriendo por los pasadizos y por abajo de los puentes y entre las oscuridades de las canteras en donde los hombres buscan oro, y corro por los puertos antiguos, y lloro, siempre termino llorando.
Y también sé tocar el triángulo ¿ve?, ¿escucha? y desde chica así, naturalmente, sin clase de música, ni pentagrama ni clave de sol. Es un don natural, ¿Ve?, ¿escucha?
Y a veces bailo. Pero ahora no, porque me da vergüenza. No sé. Soy hija y nieta de espejismos, soy un espejismo, ¡pero siento! Tengo frío en invierno y calor en verano. Tengo la manía de mirar de reojo las calas que hay en los jarrones de las iglesias. ¿Será posible tanto pecado? ¿Seré taa, tan, tan, tan, tan, tan pecadora?
¿Tan pecadora puedo ser? Por eso si alguien pudiera ayudarme a no sentir más nada yo le estaría eternamente agradecida.

Alejandro Urdapilleta.

viernes, 15 de octubre de 2010

Buenos días, mundo. ¿Me haces un regalo hoy? Me gustaría levantarme de la cama y encontrarme una rosa. Roja no. Blanca. Pura. Para escribir en ella como si fuese una página nueva. Una rosa dejada por alguien que piensa en mi y a quien todavia no conozco. Lo sé. Un contrasentido. Pero me haría sonreir. La tomaría y me la llevaría. La dejaría apoyada en el pupitre, sin más, sin decir nada. (...) La dejaría alli toda la mañana. Después, a última hora, arrancaría uno a uno los pétalos y, con un rotulador azul, escribiría letra a letra, una sola en cada pétalo, la frase de aquella canción tan bonita: " Entre los obstáculos del corazón hay un principio de alegría que me gustaría merecer...", y después tiraría los pétalos por la ventana. El viento se los llevaría. Podría ser que alguien los encontrase; que volviese a ponerlas en orden; que leyese la frase. Y que me viniese a buscar.
Él quizá. Pero... ¿quién es él?.

Scusa ma ti chiamo amore.~