La vida tiene muchos bordes irregulares, bordes que nos atraen, como el precipicio sobre un cañón, que nos llaman y que nos repelen, como la afilada tapa de una lata metálica abierta.
Existe una tensión entre querer ver el borde, sentirlo, pasar las manos por él, y el deseo de retirase hacia la seguridad y la comodidad.
Nos mostramos indecisos y dubitativos. Nos sentamos y consideramos lo que vamos a hacer a continuación.
Podemos apartar la vista del borde y actuar como s no estuviera ahí, pero sólo podemos hacer eso durante un corto perioso de tiempo, porque al final siempre tenemos que tomar una desición.
(Fragmento de Firebelly, de J.C. Michaels, Paidós)
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